La fitoterapia es la terapéutica que utiliza las plantas medicinales para prevenir o sanar una enfermedad o bien para curar pequeños trastornos como se ha hecho tradicionalmente: con el uso de las plantas medicinales.
Las plantas medicinales fueron la primera herramienta que usó el hombre para aliviarse cuando no se encontraba bien.
Primero de forma empírica y, a veces, por instinto, aprendió a distinguir las plantas tóxicas de las que tenían efectos terapéuticos.
No podemos menospreciar el descubrimiento de los antibióticos -como la penicilina- y de las sulfamidas, y posteriormente de los otros medicamentos de síntesis, que han salvado la vida de millones de personas.
Sin embargo, el hecho de avanzar en la ciencia ha hecho abandonar, en cierta medida, el uso de las plantas medicinales. Las hemos dejado, a menudo, relegadas a usos caseros, y en pocos casos se toman como se debe.
No obstante, las plantas medicinales y sus preparados, bien utilizados, pueden sernos muy útiles.
Hay diferentes factores que intervienen en el contenido de los principios activos y, por tanto, en las propiedades de las plantas medicinales:
Tipo y lugar del cultivo.
Tiempo de recolección (estación, día/noche, hora).
Forma de secado.
Forma de conservación.
Cada planta medicinal tiene una parte que contiene los principios activos responsables de su indicación terapéutica. Ejemplo: la alcachofa (Cynara scolymus), que es a la vez alimento y medicamento. El corazón de la alcachofa es el alimento, pero los principios activos se encuentran en las hojas, lo primero que tiramos.
No debemos olvidarnos nunca de comunicar al médico y/o al farmacéutico qué plantas o preparados de plantas estamos tomando. Hay que tener en cuenta que las plantas medicinales también
Aprende a preparar tisanas, infusiones, decocciones, maceraciones. Y otros temas que figuran en el temario.